Iglesia de San Nicolás al Carmen

Hábito de los Frailes Mendicantes

El hábito de todos los frailes mendicantes, cuyo modelo era el hábito monástico, debía ser realizado con materiales sencillos, ni trabajados ni teñidos y sin adornos, como señal de pobreza. Por la misma razón, las ropas íntimas también eran de tejidos sencillos y en  los pies los frailes podían calzar, fuera del monasterio, zapatos de cuero simple mientras que al interior de las cellas podrían traer pantunflas de paño; pero la mayoria de las veces estaban descalzos. Como signo de humillación,en muchos casos, era obligatoria la tonsura – es decir el corte rapado a corona de los cabellos- y estaba prohibida la barba,que era considerada símbolo de nobleza.

En general el hábito de los frailes estaba compuesto de: -una saya con mangas anchas que descendia hasta los tobillos; -un capucho que cubría la cabeza y la espalda y normalmente acababa con una punta; -un escapulario, es decir una pieza de tela, una tira que corría a lo largo de la saya  por enfrente y por detrás y abierta en el centro para  el pasaje de la cabeza debiéndosele llevar  ya sea por el día que por la noche; -una capa, una especie de manto que cubría todo el hábito y se abría enfrente para mostrar los colores y la forma del escapulario, signos identificativos de la Orden. El hábito del fraile era el signo exterior de su  propia consagración a Dios y por eso le debían llevar siempre y . . .