La última pintura de la pared de izquierda representa la Anunciación del nacimiento de Jesús a la Virgen María, fue iniciada por el artista senés Alessandro Casolani y terminada por su hijo Hilario en la segunda mitad del siglo XVI. La Virgen está representada en la parte izquierda,  sorprendida por la visita del Arcángel Gabriel que la saluda ofrecíendole una flor de lis blanca, símbolo de pureza y con la mano derecha indicando la paloma del Espíritu Santo que aparece entre las nubes. En el piso se nota, en primer plano, una cesta con todo lo necesario para coser y a lado de la joven mujer una mesa con un libro abierto y una clepsidra. Esta última indica que el dibujo de Dios no se cumple en una dimensión abstracta sino con el pasar del tiempo. En un contexto cotidiano, se lleva a cabo un hecho extraordinario: María acepta de cumplir la voluntad de Dios de ser  la Madre de Jesús. Pero la joven no disimula el temor y la sorpresa de haber sido elejida por el Señor. Con la mano derecha en el pecho parece decir: “justo yo?”.
En el fondo de la pintura se encuentra una ventana que interrumpe el conjunto que serviría para la realización de otra pintura.