La Basílica de los Siervos de María
Los Ordenes Mendicantes
Los ordenes mendicantes representan una grande novedad en la historia, un nuevo modelo de vida cristiana, inspirado por el Espíritu Santo en el siglo XII. Hasta entonces el Monaquismo, nacido en el momento en que se acabó la época de los mártires, representaba el ideal de la vida cristiana, signo de dedición total a Dios. Los monasterios eran oásis seguras en la época de las invasiones bárbaras y de los grandes cambios sociales del Alta Edad Media y en ellos se podían preservar los valores de la vida cristiana y de la riqueza cultural generados por el encuentro entre la civilización griego-romana y el Evangelio. Entre los siglos X y XII las órdenes monásticos, siendo ya antiguos, manifestaron un intenso y especial movimiento de reforma llevando la vida religiosa, a la simplicidad de los orígenes y a la reforma de toda la Iglesia. Aparte de las trasformaciones llevadas a cabo por el desarrollo de los comercios y de las ciudades junto a la necesidad siempre mayor de una conversión de los cristianos al modelo originario de la iglesia primitiva, dando origen a un difuso fermento espiritual de predicadores que con fuerza llamaban a la conversión. Muchos de éstos, como Pietro Valdo y sus seguaces, empezaron a oponerse a la autorización de la jerarquía contra la estructura de la Iglesia que los transformó en movimientos eréticos que remarcaban . . .