La Concatedral del SS. Salvador en Montalcino

Capilla del Bautisterio

Nos encontramos en el lugar donde se origina la vida cristiana: la fuente bautismal en la cual se cumple la “inmersión” de Cristo que brinda una nueva vida al fiel.
La obra es del escultor senés Egisto Bellini, realizada en 1943 como se observa en la inscripción que se encuentra en la parte central.
La fuente presenta la típica forma octagonal y servia para contener el agua bendita, materia del Sacramento del Bautizo como señal de purificación de los pecados, de muerte y de vida nueva. La Resurrección de Cristo,como sabemos, sucedio el primer día después del sabado considerado sagrado y último día de la semana para los Hebreos ya que fué cuanto se cumplió la creación y Dios descanso. Al elencar un día más allá después del séptimo, significa querer manifestar la llegada de una nueva creación, un mundo siempre renovado y purificado por Cristo.
 En la parte superior de la fuente,se construyó un quiosco, en el cual se  conservan los  Santos Olios utilizados en las consagraciones de los sacramentos del Bautizo y Confirmación.
La fuente esta coronada con una pequeña estatua que representa la figura de San Juan Bautista, aquel que anuncio la llegada del Mesías con un Bautizo de purificación en el rio Jordán, avisando que llegaría “uno que bautizaría en nombre del espíritu Santo y del fuego”.