La Iglesia de San Agustín

Orígenes de las Monjas Agustinas

La presencia de una forma de monaquismo agustino femenino no era una novedad.
El primer hagiógrafo del Santo habla de comunidades femeninas ya cuando San Agustín era Obispo en Hipona y con muchas probabilidades fue propio él, a fundar en este lugar un monasterio femenino con su hermana como Priora.
Algunos históricos, mencionan por primera vez la Regla Agustina en la carta número 211 que Agustín envió a estas monjas para apaciguar algunos conflictos nacidos al interior del monasterio y para trazar normas para la vida monástica. Este modelo de vida cristiana femenina se difundió en el siglo IV en el norte de Africa dando vida a otras comunidades difusas en el Mediterraneo.