La Colegiata de Santa María en Provenzano
Los primeros Milagros
El primer milagro de la Virgen comenzó con una ‘desgracia’: en el periodo en el cual Siena estaba bajo la dominación española un soldado borracho descerrajó, desde una ventana, un golpe de arcabuz contra la imagen sagrada. Sólo la cara y la cabeza se salvaron mientras se estropeó totalmente la parte de abajo donde probablemente se hallaba la figura de Cristo apoyado sobre las rodillas de la Madre según la postura típica de la Piedad. El arcabuz le explotó delante y el soldado murió enseguida. Después de ésto fueron señaladas otras gracias como la que sucedió a Stefano de Agnolo, dicho el Sarteano, que había alquilado la casita de Caterina Scala cuando ella, quedando viuda se fué a Roma. La Virgen apareció al Sarteano muchas veces y cuando enevjeciendo se quedó ciego, Ello le concedió de nuevo la vista. También Pietro Vernale y su mujer Maddalena recuperaron la salud estando ambos gravemente enfermos. Ninguno creía a los hechos comentados a parte de las rameras del barrio que empezaron a venerar la imagen encendiendo faroles y trayendo flores. Entre los incrédulos había una prostituta de nombre Giulia de Orazio que la noche del primero de julio reía y ofendía a los que decoraban la imagen para la fiesta del barrio del día siguiente. Arrepentida, rezó a la Virgen para que la curase de un mal que no se podía curar y el 2 de julio, . . .