Iglesia de San Nicolás al Carmen
Los Carmelitanos en Siena
No se conoce con exactitud cuando llegaron a Siena después de haber dejado Tierra Santa, pero se supone que haya sido alrededor de la mitad del siglo XIII. Con la ayuda del Ayuntamiento, de las asociaciones de artes y oficios, de los ciudadanos ricos, ellos pudieron construir su iglesia y el monasterio donde los frailes, dedicados a la penitencia y a las oraciones, acogían a todos los que quisieran unirse a ellos para honorar a Dios y a la Virgen Madre. Dedicándose a la evangelización de la población residente en este barrio, apenas afuera de los muros de la ciudad, los carmelitanos ganaron respeto y reconocimiento oficial por el Ayuntamiento como institución religiosa que debía ser ayudada. Muchos hombres ilustres entraron en la Orden del Carmen viviendo años de penitencia y oración como el Beato Franco de Grotti, cuya popularidad se difundió fuera de la ciudad ya desde el siglo XIII. Durante el siglo XVI cuatro exponentes de nobles familias senesas, se sucedieron en el encargo de Generales de la Orden: Bernardino Landucci, Eliodoro Tolomei, Mario Venturini, Giovanni Battista Faleri Caffardi, cuyos retratos en yeso se pueden admirar a lo largo de las paredes de la iglesia. Los frailes de la Orden carmelitana pobres y pios, se mantenían gracias a la gestión de un patrimonio construido a través de donaciones privadas, a la ayuda continua del Ayuntamiento, a . . .