Domenico Beccafumi ( 1484? - 1551) poco antes del  1535

Este retablo, que se encuentra actualmente, en el primer altar de la derecha, fue realizado para decorar el altar dedicado a San Miguel Arcángel. San Miguel es el Santo protector de la Iglesia universal, venerado como defensor del pueblo cristiano y representado como un guerrero que defiende a la Iglesia contra sus enemigos. En el libro del Apocalipsis, de donde  se inspiró esta escena, Miguel es el príncipe de los ángeles fieles a Dios que lucha y despide al dragón (Satanás) y a los ángeles rebeldes(12, 7-9): “ Entonces hubo una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón. Luchaban el dragón y sus ángeles, 8 pero no prevalecieron ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.”. Este retablo es el segundo que el artista realizó para los frailes ya que el primero, hoy visitable en la Pinacoteca Nacional de Siena, fue rechazado por los Carmelitanos que le consideraron demasiado exagerado por la acentuación puesta por el pintor en los aspectos más duros y dolorosos del acontecimiento. En esta segunda versión “revisada” junto al dolor se encuentra la beatitud y el artista sobresalta, gracias . . .