Continuando la visita y acercándonos hacia el cruzero de derecha, se puede admirar la  escultura de S. Clara de Montefalco (1755) del Silini. La Santa está representada con una flor de lis, símbolo de  pureza total y con un corazón de fuego traspasado por una cruz. El corazón de fuego es típico de la iconografía agustina ya que se refiere a un episodio de la vida interior de San Agustín:  “la palabra de Dios encendió su corazón de amor divino”.