La Concatedral del SS. Salvador en Montalcino

El Vino y la Vid

Gracias al fuerte estímulo de los monasterios, la viticultura se convirtió en la entrada económica más importante del territorio de Montalcino. Es muy significativo que el cultivo de la vid fue estimulado propio por los monjes considerando la extraordinaria fuerza simbólica de la uva y del vino en la tradición cristiana. El vino es una presencia metafórica en muchos momentos del Evangelio y durante la celebración del Sacrificio Eucarístico se transforma en el zumo simbólico como consagración de la “Sangre de Cristo”. También Santa Catalina de Siena en el siglo XIV, inspirada por la parábola de la vid y  las ramas tiernas  (Juan 15,2) se dirige  a la comunidad diciendo que los que hayan recibido el bautismo por mano de los ministros de la Santa Iglesia han recibido el encargo divino de trabajar la viña de la  misma junto a los sacerdotes y a todo el clero: “pastori delle nostre anime e lavoratori nella vigna delle anime nostre” (Dial. XXIII)- “ pastores de nuestras almas y trabajadores en la viña de nuestras almas” (Diál. XXIII).