La Concatedral de los SS. Marziale y Alberto en Colle Val d'Elsa
Como el Clavo llego a Colle
Según memorias antiguas se dice que la reliquia del Sagrado Clavo, llegó de Roma en el IX siglo como donación de un obispo francés. Pocos años después de la muerte de Carlo Magno, en un periodo de intensos contactos entre la Santa Sede y el Sacro Imperio Romano, el Obispo francés recibió directamente de las manos del Papa la preciosa reliquia, para llevársela de regreso a su patria; durante el viaje de regreso cerca de Viterbo, el Obispo se enfermó gravemente y antes de morir, dió la preciosa reliquia al sacerdote de Bibbiano su compañero de viaje. En el momento en que la reliquia pasó a ser propriedad del sacerdote, él la llevó a Bibbiano, no lejos de Colle Val d’Elsa, donde la protegió hasta cuando a punto de morir, decidió de donarla al primer pueblo que la reclamara entre las ciudades de Colle Val d’Elsa y de San Gimignano. Apenas se recibió la noticia, sin retardar los colligianos llegaron en procesión antes que los habitantes de San Gimignano y así los primeros recibieron la preciosa reliquia que después llevaron a la ciudad de Colle Val d’Elsa. Desde entonces Colle se hizo fiel al culto de la sagrada reliquia, que fue colocada por primera vez en la antigua Pieve a Elsa. A fines del XII siglo el arcipreste Alberto da Chiatina, uno de los personajes más devotos del Clavo Sagrado, decidió por mayor seguridad de trasladar la reliquia en la . . .