La Basílica de San Francisco
San Francisco en Siena
En el año 1212 San Francisco entró en Siena por primera vez. Se cuenta que fue la voluntad divina que le indicó el camino: había llegado a una cruz entre Siena, Florencia y Arezzo, no sabiendo que camino tomar le pidió al hermano Maseo que lo acompaña a girarse en si mismo muchas veces y él lo hizo hasta caer en el suelo con la cabeza hacia Siena; este era el signo de la dirección que debía seguir. Siena, en ese entonces, sufría por los muchos conflictos que estaba atravesando y la población necesitaba fuertemente al Pobrecillo de Asís que con sus prédicas podia traer un poco de paz a la ciudad, con grande alegria del Obispo. Un día San Francisco, dando un paseo fuera de los muros de la ciudad, buscando un poco de tranquilidad plantó su bastón. Del cual posteriormente, germinó un árbol que hoy da el nombre a la zona del Alberino (arbolito) alrededor del cual se estableció la primera comunidad franciscana senesa y donde actualmente se encuentra una iglesia. En 1228, año de la canonización del Santo, el Gobierno de Siena pensó erigir una iglesia en su honor; mientras tanto en 1236, los frailes menores se transfirieron de la ubicación originaria considerada muy incómoda, hasta otra al interior de los muros, actualmente relacionada con la iglesia de San Pedro en Ovile ya documentada desde finales del siglo XII. En 1225 a poca distancia de esta . . .