Iglesia de San Nicolás al Carmen
Historias de la Construcción
Los Carmelitanos dejaron su originario carácter eremítico cuando el Papa Inocencio IV, controlando la Regla de la Orden, indicó la construcción de iglesias y monasterios en las cercanías de la ciudad.
Los frailes llegados a Siena en la mitad del siglo XIII, se establecieron en una zona rural apenas fuera de los muros e iniciaron la construcción de su iglesia. Esta empezó a ser parte integrante de la ciudad actual y dió también el nombre a la calle en la cual está situada, el
Piano dei Mantellini: se cuenta en efecto que en la fachada de la iglesia estaba pintada una Virgen, que actualmente no existe, bajo la cual, después de las gracias recibidas a los niños, se colgaban sus falditas o mantellini: mantelitos en signo de devoción
En 1621, en plena fase de construcción los frailes pidieron y obtuvieron el permiso del Papa Urbano IV de sepultar en la iglesia también a personas que no pertenecieran a la Orden, un privilegio que los fieles contrecambiaron con muchas ofrendas utilizadas por los frailes para sostener la costrucción de la iglesia.
Siguiendo la voluntad de la Iglesia, se introducieron en el tejido social ciudadano empeñándose en la educación de los fieles, acompañándolos correctamente en la oración y ayudándolos en la convivencia pacífica bajo las enseñanzas del Evangelio.
Gracias a este papel de ‘asistentes sociales’ y de educatores espirituales, los Carmelitanos recibieron un reconocimiento por el Ayuntamiento de Siena que se empeñó activamente no sólo en la edificación y en la progresiva manutención de la iglesia y del monasterio sino también en la emisión de leyes y concesión de ayudas económicas.
Los ciudadanos privados, también dejaron disposiciones al hospital de Santa María de la Scala para que diera limosnas en perpetuo en favor de los Carmelitanos.
El Arte de la Lana, una corporación que reunía a los artesanos de la lana, en 1432 decidió unirse a esta iglesia celebrando aquí sus fiestas.Pasando el tiempo se empeñó en muchas ocasiones para hacerla más bella y renovarla concentrándose sobre todo en la zona del ábside elegida como su capilla privada; el altar mayor actual, realizado imitando el de la Catedral, fue pagado por la misma corporación. En 1425 también el Arte del Cuero, quizo construir al interior de la Iglesia del Carmen una capilla intitulada a San Bartolomé Apostol, su Santo protector.
La relación con la ciudadania, se nota también por la cantidad de obras de arte que originariamente hacían parte de las decoraciones de los altares, mandados construir por las familias nobles senesas de los siglos XVI y XVIII, como atestiguan los muchos blasones presentes al interior de la iglesia..
Actualmente el edificio, después de la restauración de “re-establecimiento” realizada a inicios del siglo pasado, no obstante, se encuentre sin las decoraciones añadidas durante los siglos, está todavía abierto al culto, pero no celebran la misa los Carmelitanos.
En el día del Palio se celebra aquí la benedición del caballo de la Contrada de la Pantera a la cual pertenecen las banderas a lo largo de las paredes de la iglesia
El monasterio, después de la última supresión de las Ordenes religiosas, fue cuartel militar hasta 1960 cuando pasó a ser parte de la Universitad de los Estudios de Siena. La zona alrededor al pequeño claustro, se mantiene como propiedad de la Orden, y ha sido transformada recientemente en casa vacacional.