Cada elemento decorativo presente al interior de una iglesia tiene siempre una finalidad específica para ayudar al hombre a acercarse a Dios: la elección de los sujetos o los episodios representados en las pinturas, en las estatuas de los altares, en las decoraciones de los pisos, en los elementos decorativos de las fachadas, cada elemento sirve para dar una ayuda a quienes entran para rezar y encontrarse con Dios.
La luz también desarrolla esta importante función. Simbólicamente la luz significa la presencia de Dios y es por eso que Jesús dijo: "Yo soy la luz del mundo, quien me sigue no andará por las tinieblas y tendrá la luz de la vida". (Juan 8, 12). Quien viva de esta luz, que es Dios, él mismo es luz para los otros, es decir que gracias a su atestación se convierte en el medio a través del cual Dios se puede manifestar. Jesús dijo “Vosotros sois la luz del mundo.Una ciudad asentada sobre un monte no puede ser escondida.Tampoco se enciende una Lámpara para ponerla debajo de un Cajón,sino sobre el candelero;y Asi alumbra a todos los que Están en la casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, de modo que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que Está en los cielos” (Mt 5, 13-16)
Por esta razón las vidrieras contribuyen en la creación de un ambiente ideal para el recogimiento, el silencio y las oraciones. Filtrando y manipulando la luz generan en continuación juegos de hazes luminosos y coloreados que cambian según la posición del sol y de la hora del día: los invitamos entrar en la misma iglesia por la mañana, por la puesta del sol y por la tarde y se darán cuenta que la mutación de la luz cambia también el interior del edificio tanto que lo hace diferente de hora en hora.
Se estudia la entrada de la luz en cada detalle: por la mañana la luz entra con fuerza porqué nos debe recordar alabar a Dios por el nuevo día que inicia; por la puesta del sol es más suave, para acompañar un momento de reflexión a propósito del tiempo que ha pasado.
Para poder reconocer los sujetos representados en una vidriera es necesario tener un poco de concentración ya que todos los elementos están compuestos por pequeñas losas de vidrio coloreado, montadas en bastidores de madera o de plomo,razón por la cual no son de fácil lectura.
Al interior de este edificio, las vidrieras representan sobre todo a Santos y Beatos, es decir,aquellas personas que con sus vidas y ejemplos pueden ayudar a los fieles en sus oraciones.
Hay además episodios muy importantes de la vida de San Francisco y de los Santos franciscanos: en particular en la maravillosa cuadrifora está representado el episodio en el cual San francisco recibe la aprobación de la Regla en Roma en San Juan de Letrán por el Papa Honorio III, en el año 1223. Están representados los dos elementos fundamentales del carisma de San Francisco: la Iglesia, es decir el pueblo de Dios, guíado por el representante de Cristo en la Tierra, el Papa, que puede vivir siguiendo el camino justo sólo si hace referencia a la Palabra contenida en la Biblia, ésta sostenida por un Obispo.Queriendo decir que no hay salvación fuera de la Iglesia y sin la Palabra de Dios.