La Basilica de San Bernardino a la Observancia

Historia de la Construcción

En la segunda mitad del siglo XIV el patricio senés Stricoccio Marescotti, entregato a la penitencia y asistencia a los enfermos, transformó su pequeña demora rural en la colina de la Capriola, en un oratorio dedicado a San Onofrio eremitaño,donándolo posteriormente al Spedale Santa Maria della Scala. A inicios del siguiente siglo Bernardino, después de haberse asegurado que lo Spedale lo cediera a los Observantes, empezó la fundación del monasterio cuya iglesia fue al principio dedicada a la Virgen de la Asunción y después de su canonización al mismo Santo (1451). Aquí estuvo hasta 1414 y durante su vida regresó en muchas ocasiones.
Durante el siglo XV la comunidad observantina senesa tuvo progresivamente más prestigio en la ciudad e importancia dentro de la Orden, gracias a la obra de evangelización de Bernardino y al éxito que conquistava en toda Italia.
En 1474 Pier Paolo de Ugolino Ugurgieri promovió los trabajos de la iglesia bajo la dirección de los frati architectori y con la colaboración de dos grandes arquitectos: Francesco di Giorgio Martini (que aquí pasará los últimos años de su vida y será sepultado en la cripta) y Giacomo Cozzarelli, al cual se atribuyen las partes añadidas en el siglo XVI. Veinte años más tarde, en efecto, el “Príncipe de Siena” Pandolfo Petrucci encargó propio a Cozzarelli la realización de la sacristía con la cripta inferior y el ampliamiento del monasterio. Todo el complejo fue organizado alrededor de los claustros (el patio Petrucci del siglo XVI y los dos más antiguos de Bernardino) según la nueva distribución del espacio desarrollada por la concepción arquitectónica renacentista.
Con la guerra de Siena y el sitio a la ciudad, a mediados del siglo XVI el monasterio fue muy dañado y por falta de recursos económicos se hicieron pocas restauraciones y muy modestas. Entre los siglos XVII y XVIII se realizaron grandes transformaciones ya sea en el monasterio que en la iglesia gracias a la acción del Padre Celsio Maria Billò. Estos trabajos también cambiaron la parte decorativa de la Basílica realizando intervenciones en las obras de arte preexistentes y con la inserción de otras como el grupo del Mazzuoli colocado en 1764 en el altar mayor.
La iglesia sufrió ya mucho durante el terremoto y luego aún más por la pérdida de obras prestigiosas a causa de las supresiones napoleónicas de 1810 y las normativas aplicadas en 1866 después de la Unitad de Italia.
Los bombardeos aéreos de 1944 pusieron en grave peligro la Basílica, que sin embargo fue reconstruida respetando el modelo inicial, utilizando donde fuera posible las piedras originales. La Basílica de la Observancia fue consagrada nuevamente en 1949.