La Colegiata de Santa María en Provenzano
“El Palio”
En Siena se corren dos carreras de caballos llamadas Palio, una dedicada a la Virgen de Provenzano y la otra a la Virgen del Asunción. Las contradas participan en estas carreras y a los ganadores se da un premio llamado como la carrera, el Palio. Los seneses llaman a este tejido retangular de seda pintada el ‘Cencio’ (harapo) porqué se ‘cencia’ es decir se frota. Se llaman a pintores seneses para pintar el precioso tejido del palio del 2 de julio y pintores de fama internacional para el del 16 de agosto. El artista se puede expresar como quiera pero hay una reglas iconográficas que tiene que respectar: la presencia de la Virgen, con los atributos de una o de la otra, los blasones del Ayuntamiento y de los Tres Terzi y los símbolos de las contradas que participan en la carrera. El palio se carateriza por eso no sólo como una obra de arte sino también como un símbolo con un fuerte valor religioso y civil.
El Cencio se presenta a los ciudadanos en el patio del Palacio del Ayuntamiento una semana antes la carrera y todos lo miran con grande curiosidad. Entre las líneas y los colores la gente intenta ver el signo revelador de la contrada que ganará y es también propiciatorio agitar en el aire el pañuelo de la contrada durante el giro del Cencio antes de la carrera. El palio se lleva en un asta blanca y negra (como los colores del escudo senés, la Balzana) y en la parte superior tiene un platón de plata. La Contrada ganadora es automáticamente la propietaria del Palio y lo conserverá en su museo, mientras el asta se da al capitán y el platón al Ayuntamiento.
El primer Palio que se corrió en honor de la Virgen de Provenzano remonta al 1656 pero el más antiguo palio conservado en el museo de la Noble Contrada del Aguila está fechado 1719.