Los invitamos a continuar el recorrido hacia el Museo donde se conservan obras de arte, objetos y parámentos sacros originarios de Montalcino y de sus alrededores. La mayoría de este patrimonio pertenecía a las Iglesias de la ciudad.
Entre las obras una vez colocadas en la Co-Catedral de la SS. Salvatore se puede admirar:
Domenico Cafaggi (1530-1608), Anunciación, madera entallada y pintada.
Aquí la Virgen está representada con el libro abierto como signo de la encarnación del divino verbo.
Francesco Rustici (1592-1626), Vírgen con el Niño, San Juanito, el Beato Bernardo Tolomei y San Onofrio, óleo en tela.
Al inicio se encontraba en la segunda capilla lateral de la izquierda. Existe otra versión muy parecida en la Abadía de Monteoliveto Maggiore.
Tiberio Billò (1564-1587), Vírgen del Rosario, óleo en tela.
La tela representa a la Vírgen con el Niño entre los Santos Domingo y Catalina, los representantes de la orden religiosa que más se habían preocupado por difundir el culto del rosario. La obra fue comisionada al pintor por la Congregación del Santísimo Rosario para el altar de la misma capilla y es importante sobre todo por el aspecto devocional. En efecto se atribuye a la protección de la Vírgen la victoria de la flota cristiana contra los turcos en la batalla de Lépanto (7 ottobre 1571) después de la cual el Papa Pio V instituyó la fiesta del Rosario.
Entallador senés del final del siglo XVI, Jesucristo y San Juan Bautista, madera entallada y pintada.
Estas esculturas formaban parte de la vieja fuente bautismal de la Catedral. San Juan está representado bautizando a Jesús.
Escultor florentino del primer cuarto del siglo XVI, El Niño Jesús que bendice, madera entallada y pintada.
En esta obra el Salvador, al cual está dedicada la Catedral de Montalcino, está representado bendiciendo a toda la humanidad. Cristo nace para salvar al mundo simbólicamente representado por el globo azul, donde él arriba se erige majestuoso y lleno de amor.