La Concatedral de los SS. Marziale y Alberto en Colle Val d'Elsa

Altar Mayor

El altar, punto de encuentro de todas las iglesias cristianas y de la atenciόn de los fieles, viene consagrado cuando se unta con el Sacro Crisma, que lo transforma en símbolo de Cristo, piedra angular puesta intencionalmente por Dios como fundamento de la Jerusalén Divina. Su forma recuerda la mesa de la Ultima Cena, que marcό la instituciόn de la Eucaristía como la memoria de la Pasiόn, Muerte y Resurrección de Cristo. Y es también, símbolo nupcial en donde se representa el sacrificio con el cual Cristo esposo, se ofrece a su esposa, la Iglesia, humanidad rescatada del pecado. La simbología nupcial viene expresada también con el esplendor de los manteles bordados que cubren la mesa. Al interno del altar, están conservadas las reliquias de mártires y Santos que han dedicado con su vida el sacrificio de Cristo.
El altar mayor realizado en mármol, presente actualmente en la Concatedral de Colle, fue donado por el pueblo y por el clero, al Obispo Francesco Niccoli en 1935, en ocasiόn de sus veinticinco años de sacerdocio.
En la parte frontal del altar, se encuentra el símbolo de la oveja del Apocalípsis con el símbolo de la Resurrecciόn y esto nos indica como esta mesa sea el lugar donde se perpetua el sacrificio de Cristo y su victoria sobre la muerte.
En un principio, el altar fue hecho con una tabla de alabastro,que fue donado por la gran duquesa Maria Maddalena d’Austria junto con el Crucifijo.
Durante la celebraciόn, sobre el altar, se colocan el cáliz y la patena realizados en materiales preciosos que contienen el pan y el vino que se transforman en cuerpo y sangre de Cristo durante la consagraciόn.
Algunos objetos, que se usaron en el pasado durante las celebraciones de la misa en Concatedral, están actualmente conservados en el interno del Museo Civico e Diocesano. Uno de los cálices mas significativos es sin lugar a dudas el que se dedicό a San Alberto, realizado en el siglo XV por un joyero florentino, que representa algunos Santos y el Clavo Sagrado.
Además, en el Museo están protegidos cuatro cálices en plata pertenecientes al antiguo tesoro de Galognano, una testimonianza importante de la existencia de una comunidad cristiana del siglo VI d.C.