La Concatedral de los SS. Marziale y Alberto en Colle Val d'Elsa
La Fiesta
Puede participar a la celebración del Sagrado Clavo quien se encuentra en la ciudad el segundo domingo de septiembre, en esta ocasión la comunidad de fieles se reune para participar a la solemne celebración, durante la cual la reliquia viene expuesta en el Duomo y llevada en procesión por las calles de Colle Val d’Elsa atravesando el castillo, hasta llegar al Baluardo, en donde se invoca la solemne bendición de la ciudad. Al final una larga fila de fieles se acerca al cancel de fierro labrado a un lado del Sagrado Clavo, esperando de poder besar el objeto, aparentemente simple instrumento de muerte y sufrimiento, pero que permitió a Cristo de morir en la cruz, vencer a la muerte y dar la vida eterna a los hombres.
A la fiesta participan los Caballeros del SS. Sepulcro, que reconocidos como los defensores de la Tierra Santa, sienten un sentimiento especial por la reliquia.
Otra ocasión en la que el Sagrado Clavo sale de la Concatedral es el Viernes Santo después de seguir la Via Crucis por las calles de la ciudad, la población se reune en la Catedral en donde desde la puerta el arcipreste bendice la ciudad exponiendo la reliquia a los cuatro puntos cardinales y después la ofrece al beso de los fieles.
Estos son los principales momentos en los cuales se puede ver y honorar la reliquia, ya en el pasado los colligianos la utilizaron en momentos de mayor dificultad invocando ayuda y protección durante las batallas, las pestes y la carestías. Así es como el Padre Jacobo Fontana en 1554 nos describe como después de una procesión en donde hubo una grande participación de la gente local la reliquia sagrada hizo el milagro librando la ciudad de la peste del 1527. A causa de estos importantes momentos el culto de la reliquia se extendió fuera del límite de la ciudad y con el tiempo se creó un verdadero y creciente peregrinaje al altar del Sacro Clavo, donde la gente común incluyendo la familia del Gran Duca de Toscana se presentaban para testimoniar su propia fé.
La devoción del Clavo Sagrado hizo que el florentino Giovan Battista Buonaccorsi Obispo de Colle, fundara en 1654 la Centuria del Sacro Clavo, que es una asociación de fieles instituida canónicamente formada por cien sacerdotes, un centurión y veinticinco laicos.
En estos días la asociación está todavía activa y tiene en sus estatutos como exclusiva finalidad el culto y el sufragio de los difuntos.