La Concatedral de los SS. Marziale y Alberto en Colle Val d'Elsa
Donde se encuentra protegido el Clavo
El Clavo se encuentra hoy dentro de un pequeño capullo de caña, el mismo donde se encontraba desde que llegó a Bibbiano, al cual parece estar muy legado. De tal modo según nos narra la historia cuando las personas de Colle deseando honorar la reliquia la pusieron dentro de un magnífico relicario de plata. Al día siguiente de la sagrada celebración, cuando abrieron el cofrecillo donde había sido colocada, con grande sorpresa los colligianos se dieron cuenta que estaba vacío y que la reliquia había regresado dentro del pequeño capullo de caña.
Algunas personas afirman que el capullo es una porción de la caña original que acercaron a la boca de Jesús poco antes de su muerte. Otros dicen que es el envase original donde Santa Elena puso el Clavo para aplacar la tempestad en su viaje de regreso a Jerusalén.
Hoy el capullo de caña que conserva en su interior el Sagrado Clavo se encuentra protegido al interno de un pequeño cofre de plata de fabricación florentina del siglo XVII, dentro del tabernáculo de la capilla del Clavo Sagrado.
Todo se encuentra protegido con un sistema de seguridad donde es necesario utilizar cinco llaves, dos por cada puertecilla del tabernáculo, más la que se necesita para abrir el cofrecillo, que por razones de seguridad están asignadas a cinco personas diferentes.
Aparte de la reliquia, el cofrecillo contiene también los guantes de lana color carmesí que fueron utilizados por la primera vez por el arcipreste Alberto da Chiatina en el XII siglo y que son hoy todavía usados por sus sucesores al momento de tocar la reliquia.
Cuando sacan la reliquia, la ponen dentro de un
ostensorio de plata y vidrio del siglo XVIII para poder ser expuesta al beso de los fieles y para poder ser también llevada en procesión. Solo a los sacerdotes vestidos con hábitos sacros se les permite besar directamente la reliquia.