La Catedral de Santa Maria del Asuncion
Altar Piccolomini
El altar se encuentra donde el Oficio de los Zapateros tenía su capilla dedicada a la Vírgen María y fué realizado para conservar una tabla que representaba a la Vírgen de la humildad pintada por Paolo di Giovanni Fei a fines del siglo XIV y que se encontraba encima de un antiguo altar de la Catedral. Con esta majestuosa estructura, el Cardenal quería celebrar a la Vírgen, protectora de los Seneses y titular de la Catedral y también honorar la memoria de su tío Pio II recordado en la inscripción arriba de la parte central. Una segunda inscripción, puesta a la base de la repisa, indica que el altar debía ser también la tumba del mismo Cardenal pero Ēl fué sepultado en Roma ya que muriò pocos días antes haber sido elejido Papa. Su cuerpo se encontraba primero en la Basílica de San Pedro y después fue trasladado a la de San Andrea de la Valle junto a su tío Pio II.
La realización del altar fué comisionada en 1480 al escultor lombardo Andrea Bregno que trabajó alli con unos ayudantes dando forma a una estructura monumental: el frente hace pensar en un arco triunfal y presenta un nicho central conteniente el altar verdadero con una tabla de mármol que hoy en día tiene una reproducción de la Vírgen de la humildad de Paolo di Giovanni Fei (el original está bien conservado desde los años Setenta en el Museo de la Opera del Duomo); la obra representa la fusión de dos elementos iconográficos marianos: el de la Vírgen que amamanta, como imágen de la Iglesia que alimenta a sus fieles con la grazia divina, y el de la Vírgen llamada “de la humildad” porqué se encuentra sentada en el suelo (del latino humus: tierra). Esta última iconografía se difunde a partir del siglo XIV ya que es muy venerada por la espiritualidad de las ordenes mendicantes que apreciaban la humildad como raíz de cada virtud. El retablo del altar en mármol fué acabado por el Bregno en 1503 y después fué enriquecido con estatuas de Santos ya ordenadas por el Cardenal para conmemorar la memoria de Pio II: San Juan Bautista y San Andrés en referencia a las reliquias que había donado a la Catedral de Siena, a la Catedral de Pienza y a la Basílica de San Pedro en Roma. Los otros Santos son San Pio por el nombre del Papa y San Eustaquio para recordar el título de Cardenal que Pio II dió al nieto.
En el frente hay también otras estatuas de Santos divididas en tres niveles (la última,arriba a la derecha no fué realizada). En un primer momento este complejo escultóreo del altar preveía quince estatuas que fueron comisionadas al florentino Pietro Torrigiani, quien empezó la de San Francisco ubicada arriba a la izquierda, mas tarde el escultor fué Michelangelo Buonarroti que hizo, entre 1501 y 1504 las cuatro estatuas de San Pedro, San Pablo, San Gregorio, San Augustín y terminó también la estatua de San Francisco del Torrigiani. Estas estatuas no son muy conocidas ya que en el pasado no fueron apreciadas por la crítica y es una lástima ya que muestran un nivel cualitativo digno del sumo artista evidente sobre todo en las figuras de los Apóstoles, cargadas de fuerza expresiva.
La estatua que representa a la Vírgen con el Niño es una obra de Giovanni di Cecco del siglo XIV proveniente del altar de San Juan Interciso y fué trasladada allí unos años después.